Reflexionando

Hacía mucho tiempo que no pasaba por el lago. Era precioso, y la leve brisa, mecía con sumo cuidado las ramas de los pocos arboles que podía ver.
Me senté contra el tronco de uno de ellos, y cerré los ojos, deseando que nadie me viese.
De pronto, el vello de la nuca se me erizó, y supe queno estaba solo. Me levanté silenciosamente e intenté escuchar algo, cualquier cosa.
El crujido de algunas pisadas, no muy lejos de mí, me dio la pista para en contrar a ese alguien.
Una chica se mavía sigilosamente, y sin rumbo aparente.
Debió de oirme.

Necesitaba un respiro. Y el lago era un muy buen sitio.
Caminé despacio haciendo crujir el suelo, bajo mis pies.
Oí algo detrás de mi, y sentí com se acercaba. Creí que era un animal, pero algo me dijo que no era así, parecía como si me siguiera y intentase que no lo descubriera. Cuando yo me paraba, aquello se paraba y cuando seguía caminando, poco tiempo tardaba en oirlo de nuevo caminando detrás de mí.
Saqué mi varita, y me giré sobresaltandolo.
-¡Expulso!

-¡Expulso!- Oí gritar, y al momento estaba volando por los aires y cayendo contra un árbol.
-¡Oh, Dios mío!-dijo la chica acercandosé a mí. La vista se me nublo, y ella empezó a zarandearme.
-Pero tú... ¿¡Pero tú estas loca!?- le dije. Cuando pude distinguir las cosas un poco más me dí cuenta de que era Ever.
-¿Se puede saber qué haces aquí?- me dijo.
-Eso mismo iba a preguntarte yo. ¿Y por qué has echo eso? Ni que fuera un...

-Creí que querías hacerme algo.- le dije, interrumpiendole, intentando dar una explicación a un acto reflejo.
-¿Cómo qué? ¿Matarte?- me dijo haciendo una mueca.
-¡Me estabas siguiendo!- le dije, subiendo el tono de voz.
-Yo no...- se calló.
-¿Estás bien?- le dije, más calmada. El asintió. Y se le vantó apoyandose contra el árbol.
-Simplemente me asustaste.- le dije.- lo siento.

Me callé y la miré a los ojos. Era preciosa, el pelo rubio le caía a ambos lados de la cara y los ojos azules parecían don pedazos de cielo.
-Está bien, no importa. ¿Quieres pasear?
-Ahora mismo no... Bueno. Sí, qué más da.- me dijo. Echamos a andar despacio, intentando sacar un tema de conversación, cuando se me ocurrió que tal vez ella supiese algo.
-Oye conoces algún Black en el colegio?- ella se quedó pensativa.
-Está esa chica... ¿Cómo se llama? Ah sí, Christine Black, y también Raven Black, pero no sé si son parientes.

-Ever... Tú...- Se calló.
-¿Si?- le pregunté.-
-No nada dejalo.- me parecía un chico muy guapo pero era misterioso.
Llegamos en silencio hasta la academia, entramos y cada uno fue a ir a sus dormitorios.
-Oye,- le dije cuando me di cuanto.- Tú sabes quien soy. Pero yo no sé quien eres tú.-¿Yo?- preguntó el con una sonrisa,- Yo soy Lucas, Lucas Black.Me quedé con la boca abierta, y comprendí que era por eso por lo que me había preguntado lo de los Black.

No me apetecía quedarme solo, y dejarla ir, pero ya no sabía que tema de conversación sacar.
La había preguntado por los Black y pensaba investigar. Si había algo, cualquier cosa que me diese una pista sobre quien era yo, lo encontraría.
Indirectamente, ella preguntó que quien era yo. Y no iba a hacer menos que responderla.
-¿Yo? Yo soy Lucas, Lucas Black.- le dije. Sonreí de forma que me extraño a mí incluso.
Querría haberle dicho más, pero no estaba seguro de hacerlo. Fui a mi dormitorio, no había nadie, y estaba solo, otra vez